Arquitectura
El castillo-palacio de los Abades de Veruela es un edificio histórico que consta de dos partes diferenciadas: la torre del castillo medieval del siglo XII y el palacio del siglo XV.
Castillo de Bulbuente
El castillo
Del castillo medieval se conserva solamente una torre defensiva con unas características muy singulares.
El castillo medieval estaría formado por esta torre, independiente del resto del recinto, y una serie de edificios que fueron destruidos, de los que se han encontrado importantes restos en las excavaciones arqueológicas, como la cocina (de la que se conserva una hornacina), una puerta del siglo XIII con la cerradura intacta (orientada al oeste) y restos de los víveres que tenían los almacenes de la fortificación.
La torre
Presenta un núcleo de siglo XI de época musulmana, que sufriría una primera reforma en el siglo XII cuando el Valle del Ebro fue conquistado por el Reino de Aragón. Y una segunda del siglo XIV, tras la Guerra de los dos Pedros, cuando la torre fue gravemente afectada por los ataques castellanos. Por lo que después del conflicto bélico se tuvo que intervenir de gravedad en ella, ampliándose y reformándose. Es de planta rectangular de dimensiones de 6 metros por 8 metros, por 20 metros de altura. Catalogada como Bien de Interés Cultural. Construida en sillería, que presenta 3 niveles útiles.
La torre musulmana de serie disponía de una planta más reducida que la actual. En la fachada oestes se puede observar una línea en los sillares que marca las dimensiones primitivas. En las dos fachadas exteriores hay numerosas reaprovechación de sillares romanos, mientras que en la cara interior que da al interior del palacio, se observan estos sillares en la parte más exterior, para dejar paso luego a los macrosillares originales musulmanes, de mayor tamaño, más irregulares, unidos con más argamasa y más deteriorados.
La ampliación del siglo XIV se hizo con sillares de fabrica distinta a los iniciales, en su gran parte de origen romano y que seguramente procederían de alguna construcción cercana. Son fáciles de diferenciar porque presentan un orificio central y están perfectamente trabajados
La torre es maciza en los primeros 4 metros de altura, actualmente presenta una abertura en arco de medio punto en ladrillo en la base que responde a un intento infructuoso en época moderna de hacerla accesible desde el nivel del suelo.
En su primer piso tiene una estancia que sería la bodega. Este espacio se cierra con una bóveda de cañón realizada en ladrillo que dispone de dos ventanas-saeteras. A esta sala se accedía desde la estancia superior otras de una trampilla que aún se conserva y una escalera de cuerda.
El palacio
Hay escasos ejemplos de arquitectura del siglo XV en Aragón tan importantes y significativos como el palacio que haría las funciones de casa abacial del Monasterio de Santa María de Veruela.
Fue edificado a finales del siglo XIV en el solar donde se levantaba el castillo medieval. Se uniría a la torre en una fase temprana por un paso que obligó a abrir una puerta en el primer nivel de la torre (la bódega). Este paso comunicaría con las dependencias palaciegas de la nueva casa abacial.
Ese edificio sería rectangular, con la fachada en ladrillo y arco de entrada apuntado. En la planta baja abría un segundo edificio perpendicular con una triple arquería de arcos de medio punto que se conserva. Y en la segunda planta un amplio salón con dos ventanas, una de ellas en arco conopial, al este.
En el siglo XV se reformaría el espacio palaciego, se condenan las dos ventanas de la primera planta, se baja el forjado del salón de esa planta y se abre una puerta de arco conopial.
Se amplio el espacio con la creación de un patio con una galería, se conservan dos puertas en este espacio, una esplendida conopial que hoy en día comunica con la casa de Vicenta Luna, pero que en su origen podría comunicar con estancia importante y otra de dintel rectangular que aunque en la actualidad está cegada, se logró recuperar.
Conforma una galería renacentista de época de los Reyes Católicos, que presenta en planta baja dos arcos de medio punto y otro más rebajado de época anterior. Y en la segunda planta arcos con columnas octogonales. En la planta tercera solo tres vanos adintelados.
Todo estos elementos hacen del palacio uno de los mejores exponentes de la arquitectura civil de la segunda mitad del siglo XV en Aragón.
En el siglo XVI el palacio se amplia, se le dota de una nueva fachada en ladrillo, con galería de arquillos y se crea una capilla en la galería renacentista junto a la torre medieval. Está capilla sería un espacio de planta casi cuadrada y con decoración pictórica de la que se ha logrado recuperar varios lienzos. En este mismo siglo la fachada principal sufre un deterioro, se interviene de manera importante en ella, por ello la fachada presenta dos fabricas en ladrillo distintas y dos galerías de arquillos completamente diferenciadas.
En este momento histórico el conjunto del castillo palacio de los Abades de Veruela sería mucho más amplio que el actual, con varios edificios anexos para labores productivas. En el primer espacio ajardinado se realizado una excavación arqueológica saliendo a la luz un horno y abundante material cerámico, se trataría del horno donde se producía los azulejos que hoy decoran las estancias del Monasterio de Veruela. En el edifico anexo (que se ha unido al complejo recientemente) se ha descubierto un lagar con dos prensas, que supone una producción muy importante de vino. Este edificio presenta graffitis y fechas en sus paredes que lo datan en los siglos XVI-XVII. En la siguiente vivienda, hoy propiedad de unos vecinos del pueblo, se conserva prácticamente integra un nevero, lo cual implica que todo el conjunto era un importante espacio productivo de diferentes productos por parte del monasterio de Veruela.
En el siglo XVII, construyen una nueva capilla, con doble bóveda estrellada, en el espacio que hay sobre la puerta de acceso al palacio. Al poco tiempo, se condena la puerta que comunicaba esta segunda capilla con el torreón (hoy reabierta), y se abre un nuevo acceso en la primera capilla, que deja de usarse como tal y que en el siglo XX se transforma en un baño, dañándose las pinturas. Con los sillares que se quitan para abrir la nueva puerta, se ciega la otra. Uno de estos sillares aún conserva la policromía y se expone actualmente.