Proyecto de restauración del Castillo de Bulbuente
El proceso de restauración ha sido de una enorme complejidad y dedicación, es difícil entender la gravedad del estado del edificio sino se conoció in situ en el momento de los inicios y durante todos estos años, donde día sí y día también aparecían problemas constructivos que apremiaban de soluciones rápidas y efectivas para un edificio con tantos años como daños estructurales consecuencia del paso de los siglos, de la falta de mantenimiento, de la partición en diferentes propiedades y un largo etcétera.
Pero no todo estaba perdido aquel día, ya lejano, en que se recibieron las llaves de este castillo-palacio. Todavía había esperanza, no hemos estado solos. Un magnifico equipo de profesionales de la zona (albañiles, herreros, electricistas, carpinteros y fontanero), experimentados y rebosantes de dedicación. Una certera dirección de obra, ayudas de expertos en historia, arte, patrimonio, restauración y arqueología.
La primera zona de intervención fue la torre, en estado de derrumbe inminente. En vez de la actual terraza había un tejado a un agua que ya no cumplía su labor y el piso superior era un palomar donde las piedras estaban ya sueltas, por la acción de agua y las palomas, y amenazaban con caer a la plaza desde 20 metros de altura.
Una vez consolidada, limpiada y rejuntada, lo más difícil estaba hecho. A continuación comenzaron los largos trabajos en la zona palaciega, en un primer lugar centrados en cambiar todos los tejados del edificio. A continuación los campos de arqueología que sacaron a la luz enormes descubrimientos y trabajos de arqueología vertical con iguales magníficos resultados.
Siguieron actuaciones en todas las fachadas y galerías, muros maestros y cimientos llevados a cabo por los maestros de obra Timoteo, su aprendiz Javier y la inestimable ayuda de Ángel y Carlos.
Después hubo un parón para intervenir en la casa contigua, que fue adquirida en 2016. Edificada sobre un solar que fue parte del castillo palacio pero que se derribó sobre 1920 para construir la actual casa que se ha vuelto a integrar al castillo-palacio. Los siguientes dos años fueron de limpieza, reconfiguración de salas, recuperación de espacios originales para después acondicionar la casa con nuevas instalaciones de luz, agua y calefacción.